Mi gato no come mucho pero se comporta normal, ¿por qué?

el gato no come mucho pero se comporta normal

Como padres de gatos, nunca sabemos realmente con qué gato nos vamos a encontrar de un día para otro. Los gatos hacen sus cosas, y puede ser difícil seguirles el ritmo mientras corretean por la casa o duermen en el armario.

Sin embargo, conocemos a nuestros gatos y sabemos cuándo algo no va bien. Que un gato no coma es uno de los signos más evidentes de que algo no va bien. Aunque los gatos pueden actuar con normalidad, a veces tienen la interesante costumbre de, ya sabes, decidir que no quieren comer.

Hay muchas razones por las que los gatos deciden no comer. Si tu gato actúa con normalidad pero sigue sin comer mucho, nuestra mejor respuesta es que está estresado. Sin embargo, también puede haber otros motivos para su falta de apetito. Por ejemplo, algo tan sencillo como que no le guste la comida o algo más grave, como una enfermedad renal.

En este artículo repaso todas las razones por las que tu gato no come pero actúa con normalidad. Además, encontrarás algunas sugerencias sobre cómo puedes aumentar su apetito. ¡Un apetito sano es clave para tener un gato sano y feliz!

Contenidos
  1. Causas básicas de que los gatos no coman (pero actúen con normalidad)
    1. El tipo de comida del gato
    2. Se está haciendo mayor
    3. Cinetosis
    4. Estrés o ansiedad
    5. Tu gato está deprimido
    6. Vacunas recientes
  2. Razones principales por las que los gatos no comen
    1. Problemas dentales
    2. Problemas gastrointestinales
    3. Enfermedad renal
  3. Qué debes hacer para que tu gato coma
    1. Comida nueva
    2. Reducir la ansiedad
    3. Estimulantes del apetito
  4. Signos normales/sanos del gato
    1. Mucha energía
    2. Siestas del gato
    3. Maullidos y ronroneos
    4. Buen lenguaje con la cola
    5. Apariencia
    6. Peso y composición corporal
    7. Buen apetito
  5. Señales de un gato enfermo
  6. CONCLUSIÓN

Causas básicas de que los gatos no coman (pero actúen con normalidad)

Es fácil que cunda el pánico si notas que tu gato no come.

Sin embargo, si tu gato no come pero actúa con normalidad, normalmente no tienes mucho de qué preocuparte. De hecho, muchas de las causas básicas de que los gatos no coman no son, afortunadamente, graves. Suelen deberse a que los gatos son quisquillosos con la comida o se encuentran mal temporalmente:

  • El tipo de comida del gato
  • Se hacen viejos
  • Sufren mareos
  • Se sienten estresados

En esta sección, examino con más detalle todas estas razones básicas por las que un gato no come pero actúa con normalidad.

El tipo de comida del gato

La razón obvia por la que tu gato no come pero actúa con normalidad se debe probablemente al tipo de comida que ingiere. Los gatos son muy quisquillosos a la hora de comer. Si no les gusta lo que tienen delante, pueden negarse en redondo a comerlo. ¿Tu gato ha dejado de comer comida seca pero come golosinas? Éste es otro signo de que es quisquilloso: puede comer y comerá, ¡pero sólo lo que quiera!

La preferencia que tu gato tenga por su comida será única. A mi gato le encanta la comida húmeda, pero también come con gusto un cuenco de croquetas. En cuanto a los gatos, es bastante tranquila con su comida. Sin embargo, algunos gatos sólo comen comida seca o húmeda. A otros sólo les gusta una marca concreta o un sabor determinado.

Si has cambiado recientemente la dieta de tu gato, es muy probable que no le guste la nueva comida que le has comprado. Te sugiero que vuelvas a la antigua comida para gatos que utilizabas y cambies gradualmente a la nueva, poco a poco. Así es más probable que tu gato acepte la nueva comida. Puede que tengas que volver a tu antigua comida para gatos si no lo hace o probar con otra marca.

Si no has cambiado recientemente la comida de tu gato, este motivo es poco probable. Sin embargo, merece la pena comprobar si la marca ha cambiado su receta. Si lo ha hecho, incluso esto puede bastar para que tu gato rechace la comida. Puede que tengas que buscar un nuevo pienso que tu gato pueda comer.

Se está haciendo mayor

¿Tienes un gato mayor? Los felinos mayores tienden a interesarse menos por la comida que los más jóvenes. Esto se debe a que, a medida que los gatos envejecen, sus sentidos empiezan a embotarse. Esto ocurre con todos los sentidos, lo que explica que veas a los gatos mayores más desorientados. Pero también afecta a su sentido del gusto y del olfato.

Si tu gato no puede oler ni saborear, sencillamente no disfrutará tanto comiendo. Piénsalo, ¿disfrutarías tanto comiendo una deliciosa magdalena si no pudieras olerla y saborearla como antes? Probablemente no. Es probable que tu gato mayor sienta lo mismo y simplemente se desinterese por su comida.

Ten en cuenta que las afecciones médicas son mucho más frecuentes en los gatos mayores, por lo que debes estar atento a otros signos de enfermedad. Si no hay otros síntomas y ves que tu gato mayor no come pero bebe, es probable que sólo se trate de la vejez. Pero si hay otros indicios de que algo va mal, debes llevarlo al veterinario.

También debes animar a tu gato anciano a comer una cantidad saludable. Puedes hacerlo haciendo la comida más apetecible. Por ejemplo, calentar ligeramente la comida húmeda para gatos hará que desprenda un olor más fuerte. Para los gatos mayores que están perdiendo la capacidad olfativa, esto puede suponer una gran diferencia en su deseo de comer.

Cinetosis

Cuando era niña, sufría unos mareos terribles. Cada vez que hacíamos un viaje largo en coche, acababa mareada la mayor parte del trayecto. Pero, ¿sabías que el mareo no es sólo una sensación humana? Los gatos también pueden marearse cuando viajan.

Ahora bien, los gatos odian viajar en el mejor de los casos, así que si además se marean, se ponen muy nerviosos. Se sienten mal y estresados a la vez. Esto hace que pierdan el apetito. Así pues, si has viajado recientemente en coche con tu gato y has notado que ha dejado de comer, probablemente sea por eso.

En este caso, sus hábitos alimentarios deberían volver a la normalidad cuando se recupere del viaje. Si te has mudado a un lugar nuevo, puede que tarde más en adaptarse y recuperar el apetito. Ten paciencia, y si no lo recupera en unos días, habla con tu veterinario.

Estrés o ansiedad

Acabo de decir que los viajes pueden estresar a los gatos. Sin embargo, esto no es ni mucho menos lo único que puede hacer que nuestros amigos peludos se sientan ansiosos y preocupados. Al igual que los humanos, los gatos pueden estresarse y ponerse ansiosos por diversos motivos. Algunos ejemplos son

  • Ruidos fuertes, como construcciones cercanas o fuegos artificiales
  • Mudarse a una nueva casa
  • Dejar entrar en casa a extraños o animales nuevos
  • Otros gatos del vecindario que invaden su territorio
  • Cambios en su rutina
  • Utilizar una comida para gatos o una caja de arena diferentes

Los gatos también pueden reaccionar a los estados emocionales de sus congéneres. Si estás estresado y ansioso, y tu tono de voz cambia, tu gato suele reaccionar ante ti.

Si tu gato está estresado, es frecuente que no coma pero actúe con normalidad. Su estado psicológico se está manifestando como una sensación física de malestar. Otros signos de estrés que puedes observar son un mayor comportamiento de esconderse, un mayor letargo y un lenguaje corporal tenso. También es posible que desaprendan comportamientos aprendidos, como utilizar la bandeja sanitaria.

Si crees que tu gato está estresado, debes ayudarle a calmarse. Principalmente, esto implica dejar a tu gato el espacio que necesita para reaccionar y acostumbrarse al factor estresante. Por ejemplo, si está estresado por un ruido fuerte, se calmará cuando el ruido haya disminuido. Del mismo modo, si te has mudado de casa, los gatos necesitarán un poco de tiempo para acostumbrarse a su nuevo entorno. Asegúrate de que tengan una vía de escape y muchos lugares donde esconderse.

Cuando tu gato haya superado el estrés que siente, debería recuperar el apetito. Sin embargo, si no lo hace, o si te preocupa el estrés a largo plazo, habla con tu veterinario.

Tu gato está deprimido

El estrés no es el único estado mental que puede hacer que tu gato no coma; la depresión es otra razón por la que tu gato puede no comer. Al igual que la depresión puede hacer que los humanos se desinteresen por la comida, lo mismo ocurre con los gatos.

Sin embargo, si éste es el motivo por el que tu gato no come, normalmente podrás detectar otros cambios de comportamiento, como por ejemplo

  • Se vuelve más pegajoso y afectuoso con su dueño
  • Más reactivo en situaciones que le provocan agresividad y miedo
  • Duermen mucho más de lo habitual
  • Los gatos dejan de acicalarse cuando se sienten deprimidos
  • Arañazos excesivos y otros comportamientos destructivos
  • Salpicar o cambios en los hábitos de baño

Es difícil saber cuál es el desencadenante de la depresión en nuestros amigos peludos. Los gatos que están demasiado estresados durante algún tiempo pueden deprimirse. Tal vez tú no has estado mucho por aquí, por lo que tu gato está aburrido y triste, lo que puede causar depresión y también falta de apetito.

Mi mejor consejo es que intentes convertir tu casa en el paraíso de los gatos. Consíguele a tu gato un árbol grande para que pueda arañar y trepar. Asegúrate de que tiene lugares donde esconderse para cuando necesite un rato de descanso. Sigue un horario de alimentación constante. Y dedícale un rato al día para jugar con él. Si estás muy ocupado, comprarle juguetes automáticos puede darle algo que hacer incluso cuando no estás en casa.

Vacunas recientes

Si la pérdida de apetito de tu gato empezó poco después de la última visita al veterinario para algunas vacunas, es probable que esas vacunas sean la causa de este cambio. En el caso de algunas vacunas, los gatos pueden reaccionar negativamente, y esto puede hacer que no coman y pierdan el apetito.

Normalmente, este problema se resuelve por sí solo cuando remiten los efectos secundarios. Sin embargo, si notas éste u otros efectos secundarios de la vacuna que no remiten, debes hablar con tu veterinario. Ellos podrán comprobar que todo va bien con tu mascota.

Razones principales por las que los gatos no comen

Si tu gato no come pero se comporta con normalidad, probablemente se deba a uno de los problemas básicos comentados anteriormente. Sin embargo, la pérdida de apetito también es síntoma de muchas afecciones médicas. Los gatos enfermos suelen presentar otros síntomas, por lo que no actúan con "normalidad". Aun así, es buena idea cubrirlos para que sepas a qué otros síntomas debes prestar atención.

Como la pérdida de apetito es síntoma de tantas enfermedades, es imposible enumerarlas todas aquí. Así pues, me he ceñido a las afecciones médicas más frecuentes que padecen los felinos.

Problemas dentales

Las primeras enfermedades relacionadas con la pérdida de apetito son los problemas dentales. Los gatos con algún tipo de afección dental sufrirán algún tipo de molestia en la boca. Esto puede hacer que comer sea doloroso, sobre todo si alimentas a tu gato con comida seca. Morder y masticar los trozos puede resultar incómodo, por lo que tu gato decide que es mejor no comer.

Los gatos pueden desarrollar distintos problemas dentales. El más frecuente y leve es la gingivitis. En este caso, las encías que rodean los dientes se inflaman. Los gatos necesitan un cuidado dental regular y, de hecho, se recomienda cepillarle los dientes al menos un par de veces por semana para evitar que aparezca esta enfermedad dental.

Otro problema dental grave es la periodontitis, que aparece si la gingivitis de tu gato no se soluciona con limpiezas. La inflamación empeora a medida que avanza la enfermedad, dañando los dientes, los tejidos y los ligamentos. Mientras que la gingivitis es ligeramente dolorosa, la periodontitis puede ser extremadamente dolorosa.

Deberías poder saber fácilmente si tu gato padece estas enfermedades gracias a los demás síntomas que presentan. Junto a la pérdida de apetito y la dificultad para comer, presta atención a:

  • Decoloración de los dientes o placa visible
  • Babeo por la boca
  • Manoseo de los dientes o la boca
  • Dientes que se tambalean o signos de falta de dientes
  • Encías rojas, hinchadas y sangrantes

Lleva a tu gato al veterinario e infórmale de todos los síntomas que has observado. Podrán limpiar los dientes de tu gato para evitar que la enfermedad avance y aliviar el dolor.

Problemas gastrointestinales

Puede que tu gato no coma debido a problemas en algún punto de su tracto gastrointestinal. Esto puede causar a tu gato dolor y molestias al digerir la comida. Para evitar este dolor, muchos gatos simplemente dejan de comer. Varios problemas gastrointestinales podrían ser los responsables, entre ellos

  • Infecciones parasitarias intestinales
  • Inflamación del intestino grueso, conocida como colitis
  • Inflamación del estómago, conocida como gastritis
  • Cánceres del aparato digestivo
  • Estreñimiento debido a una enfermedad subyacente
  • Obstrucción gastrointestinal
  • Úlceras en el estómago o en el revestimiento intestinal
  • Enfermedad inflamatoria intestinal (EII)

Junto con la pérdida de apetito, los gatos que padecen problemas gastrointestinales mostrarán también otros síntomas digestivos. Por ejemplo, episodios de náuseas y/o diarrea. También es frecuente la pérdida de peso, sobre todo en los gatos mayores. ¿Tu gato está repentinamente letárgico y débil? Éste podría ser otro signo de un problema gastrointestinal. Lleva a tu gato al veterinario para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Enfermedad renal

Los riñones desempeñan varias funciones importantes en nuestro organismo, como eliminar los residuos de la sangre, regular los niveles de electrolitos y producir orina. Cuando no cumplen su función con eficacia, todos estos procesos se ven alterados. Sin embargo, la enfermedad renal suele pasar desapercibida durante meses o años antes de que se manifieste el fallo crónico. De hecho, la enfermedad renal también se conoce como el asesino silencioso de los gatos por esta misma razón.

Uno de los primeros signos de enfermedad renal es que tu gato no come. Y la enfermedad renal se da predominantemente en gatos de edad avanzada. Por tanto, la pérdida de apetito suele descartarse como un cambio normal relacionado con el envejecimiento. Esto explica por qué la enfermedad renal puede ser tan problemática.

A medida que avanza la enfermedad, los gatos empezarán a orinar con más frecuencia para intentar eliminar los residuos del organismo. Notarás que la sed de tu gato aumenta para compensar. Los productos de desecho en la sangre empezarán a aumentar gradualmente. Sólo en este momento se diagnostican la mayoría de los casos de enfermedad renal.

Si crees que tu gato podría padecer una enfermedad renal, llévalo al veterinario lo antes posible. Cuando los riñones están gravemente dañados, su recuperación es limitada. Por eso es crucial un diagnóstico precoz y un tratamiento eficaz.

Qué debes hacer para que tu gato coma

Independientemente del motivo de la pérdida de apetito de tu gato, tienes que conseguir que vuelva a comer. Uno o dos días sin comer está bien, pero que un gato no coma ni beba durante 3 días pone en peligro su vida. Llegados a este punto, necesita atención médica inmediata para que los nutrientes vuelvan a su organismo.

Afortunadamente, hay muchas formas de hacer que tu gato coma para que no llegue a este punto. A continuación comparto mis mejores consejos. Éstos han animado a mi gato a comer una y otra vez. Pero antes de ponerlos en práctica, te recomiendo que lleves a tu gato al veterinario. Un gato que no come pero actúa con normalidad suele estar sano, pero es mejor pedir la opinión de un profesional para estar seguros.

Comida nueva

Conseguir que tu gato coma puede ser un simple cambio de comida.

Como ya se ha dicho, los gatos son quisquillosos con la comida. Si no les gusta la comida, tienes que cambiarla por otra que sí les guste para animarles a comer.

Muchos gatos prefieren la comida húmeda porque es más aromática y huele más sabrosa, así que puede ser una solución muy fácil. Esto también puede ayudar a los gatos mayores que ya no huelen tan bien como antes. Además, si tu gato tiene problemas dentales, cambiar su comida de seca a húmeda puede ser una solución fácil junto con una limpieza dental. Si cambias la comida de tu gato, asegúrate de hacerlo gradualmente para que no le cause estrés.

Rotar diferentes sabores de comida enlatada y diferentes marcas también puede mantener a tu gato interesado porque hay algo nuevo. El atún en lata o el pollo en lata también pueden ser una buena solución, ya que suelen ser olorosos y despiertan el interés de los gatos. Los aditivos alimentarios como la carne cruda también pueden ser una buena idea para hacer más interesante la comida de tu gato. Sin embargo, alimenta a tu gato con este tipo de cosas con moderación, ya que no tendrá todos los nutrientes que necesita.

Si crees que el cambio es temporal, puedes añadir un poco de caldo de pollo u otro hueso a su comida seca para ablandarla. Otra solución podría ser añadir queso a su comida. Juega a ver qué funciona para ti y para tu peludo amigo.

Reducir la ansiedad

Otra forma de ayudar a tu gato a comer más es reducir el estrés y la ansiedad que pueda sentir. Si tu gato está contento, será mucho más probable que tenga un apetito sano. He aquí algunas sugerencias sobre cómo puedes hacerlo:

  • Si tu gato percibe tu ansiedad, intenta hacer un poco de yoga gatuno. Esto puede calmarte, y te ayudará a conectar con tu gatito de forma positiva.
  • Si tu gato reacciona a otros factores ambientales que le estresan, puede ser una buena idea eliminar el factor estresante. Por ejemplo, sepáralo de una mascota nueva durante unos días. Una vez que vuelva a la normalidad, puedes considerar la posibilidad de añadir lentamente el nuevo animal a su entorno. Hacerlo lentamente es el mejor proceso.
  • Cuando sea necesario, puedes considerar el uso de medicación para el estrés, como aceite de CBD o relajantes, para ayudar a tu gato a sentirse más cómodo durante cualquier transición. La hierba gatera también puede ser una buena salida para la ansiedad de tu gatito.
  • También puedes ayudar a tu gato a sentirse menos estresado asegurándote de que tu casa tiene todo lo que necesita para ser feliz. Asegúrate de que tiene un rascador, un árbol para gatos y muchos juguetes para mantenerlo entretenido y estimulado.

Estimulantes del apetito

Puede que tengas que colaborar con tu veterinario si tu gato sigue sin comer al cabo de unos días.

Los veterinarios pueden recetar a tu gato un estimulante del apetito que controle las náuseas y le ayude a recuperar el apetito. Este tipo de estimulante puede ponerse en la piel de tu gato y es seguro y eficaz para ayudarle a querer comer.

Signos normales/sanos del gato

La pérdida de apetito no es una buena señal en los gatos. Entonces, ¿cómo podemos saber si nuestro gato es feliz y está sano? A continuación se indican todos los signos de un gato sano.

Mucha energía

Desde los gatitos hasta los gatos mayores, los gatos sanos suelen ser criaturas muy juguetonas con mucha energía. Los gatitos, sobre todo, tendrán un exceso de energía especialmente en sus horas más activas, que son el atardecer y el amanecer. Algunos gatos también pueden ser muy activos durante la noche.

Los gatos también deben tener mucha energía cuando juegan. Las sesiones de juego pueden durar de 20 a 30 minutos sin que tu minino se canse.

Siestas del gato

Cuando los gatos hayan quemado toda su energía jugando o corriendo por la casa o explorando, ¡a dormir!

Como los gatos son crepusculares, duermen sobre todo durante el día, cuando pueden disfrutar de la luz solar que entra por las ventanas.

Los gatos sanos encontrarán lugares cálidos y cómodos para dormir la siesta, que pueden ser acurrucados en el regazo de su humano favorito o en el armario de las toallas.

Aunque es normal que los gatos duerman, ten en cuenta con qué frecuencia y durante cuánto tiempo lo hacen.

Si duermen horas y horas sin levantarse a por agua, estirarse o mirar fuera, probablemente estén durmiendo demasiado. Los gatos normales dormirán un par de horas, pero luego volverán a hacer sus travesuras habituales.

Maullidos y ronroneos

Los gatos sanos suelen ser muy ruidosos.

Aunque los gatos utilizan el lenguaje corporal, las expresiones faciales y el tacto para comunicarse con otros gatos, también pueden utilizar sus maullidos para comunicarse con los humanos. Los gatos que son felices tendrán una gran variedad de maullidos que nos dirán lo que necesitamos saber.

  • Emitir un par de maullidos cortos es una señal de saludo, algo normal en los gatos cuando ven a sus congéneres. Otros maullidos algo más largos nos indican que los gatos están excitados y muy contentos de verte. Probablemente se acerca la hora de la cena o la merienda.
  • Un maullido ligeramente más agudo nos dirá que los gatos están listos para su comida. Los maullidos prolongados pueden indicar a los humanos que los gatos quieren algo, como que les dejen salir.
  • Los maullidos graves y los maullidos ululantes y agudos pueden ser signos de angustia. En el caso de los maullidos graves, los gatos pueden estar quejándose de algo. Puede que tardes demasiado en abrir la puerta, que su caja de arena no esté limpia o que se hayan cansado de esperar a que les lleves la comida.
  • Un maullido fuerte y agudo que nos hace daño en los oídos suele ser un signo de dolor o miedo. El dolor puede deberse a algo como que le pisen la cola o simplemente a un signo general de angustia.

Los gatos sanos también ronronean… ¡mucho!

Los gatitos felices y sanos ronronearán cuando se sientan cómodos y queridos. Su ronroneo puede ir acompañado de arañazos en la espalda o en las orejas, o simplemente ronronear mientras se acurrucan en tu regazo.

Los gatos angustiados o que no están sanos, o que no se sienten bien, pueden seguir ronroneando, pero puede que no ronroneen tanto, tan fuerte o en absoluto.

Buen lenguaje con la cola

Los gatos que se sienten como siempre mantendrán la cola alta y confiados. Esta cola alta también indica que tu gato se siente cómodo y feliz en su entorno.

También puede indicar que se siente amistoso y que podría estar dispuesto a recibir unas palmaditas amistosas. Cuando los gatos están especialmente contentos, las puntas de sus colas se crispan mientras hacen cabriolas por la casa.

Cuando la cola de tu gato está alta pero curvada, puede indicar que está aburrido y que necesita jugar. También es un buen indicador de salud, porque los gatos sanos tienen energía y ganas de jugar con sus humanos o sus hermanos peludos.

Los gatos con la cola baja, retraída, hinchada o dando latigazos de un lado a otro, pueden estar sufriendo algún tipo de angustia o dolor. Si tu gato tiene constantemente la cola en una de estas posiciones, es probable que no se encuentre bien y no actúe con normalidad.

Apariencia

Los gatos sanos tienen un aspecto muy concreto, aunque la longitud y el color del pelo sean diferentes.

El pelaje de un gato sano será sedoso, brillante y suave.

Los pelajes sanos se mantienen gracias a un programa de limpieza regular del gato, por lo que se preocuparán lo suficiente por mantener las apariencias. Una dieta y nutrición adecuadas también contribuirán a la textura y aspecto de su pelaje.

Un gato sano tendrá ojos brillantes y claros que son observadores, y se dilatan, o ensanchan, normalmente en función de la exposición a la luz y del estado de ánimo.

La dilatación de los ojos también puede indicarnos si un gato está contento o incluso enfadado. Los gatos con ojos más abiertos y dilatados que te miran fijamente están mostrando afecto, lo cual es una buena señal de que son felices y están sanos. Los ojos entrecerrados pueden indicar que se están preparando para un ataque juguetón.

Al igual que los ojos, los gatos sanos tienen orejas conscientes del entorno, por lo que estarán orientadas hacia delante para mostrar que tu gato presta atención a lo que ocurre a su alrededor.

Si las orejas del gato están plegadas hacia atrás, cerca de la cabeza, puede ser señal de que está incómodo, asustado o incluso enfadado, por lo que las orejas orientadas hacia delante también son signo de felicidad.

Peso y composición corporal

Además de su aspecto, los gatos deben tener un peso corporal adecuado a su edad.

Esto dependerá de su raza. Por supuesto, los enormes Maine Coon pesarán mucho más que los pequeños Munchkin. A continuación se ofrece una guía general de lo que se considera un peso saludable para la mayoría de los gatos medios y sanos:

  • Gatitos: En la mayoría de las razas domésticas, los gatitos de 4 semanas a 3 meses deben pesar entre 1 y 4 libras.
  • Gatos jóvenes: Al año de edad, los gatos deben pesar alrededor de 2,5 kg.
  • Gatos adultos: Los gatos adultos de entre 2 y 7 años deben pesar alrededor de 14 libras.
  • Gatos senior: Los gatos senior, que naturalmente serán menos activos, pesarán más. A partir de los 8 años y hasta la edad más avanzada, los gatos pueden pesar entre 17 y 21 libras.

Dado que el peso ideal del gato puede ser tan específico y difícil de calibrar, puedes saber si tu gato tiene un peso saludable observando su composición o forma corporal. Los gatos con costillas visibles y huesos vertebrales sin grasa visible se consideran demasiado delgados, lo que significa que no están tan sanos y felices como podrían.

Los felinos que tienen una forma redondeada con muchos depósitos de grasa en el abdomen, la parte baja de la espalda y las extremidades se consideran con sobrepeso. Algunos gatos, sobre todo los que tienen problemas para moverse o pueden arrastrar la barriga por el suelo, son obesos.

A menudo, los gatos se vuelven obesos o tienen sobrepeso porque se les alimenta con demasiadas golosinas o no hacen suficiente ejercicio. Tampoco se mostrarán tan felices como otros gatos porque son propensos a la frustración y a los cambios de humor.

La forma ideal del gato estará en algún punto intermedio entre demasiado gordo y demasiado delgado. Estos gatos estarán bien proporcionados, con una cintura visible detrás de las costillas. Estos gatos pueden tener un poco de exceso de grasa en la barriga, pero no será suficiente para dificultar su movimiento.

Buen apetito

Los gatos necesitan alimentos y nutrición adecuados para ser felices y estar sanos.

Los gatos son carnívoros naturales, por lo que necesitan muchas proteínas de alta calidad con algunas grasas y carbohidratos mezclados (igual que nosotros, los humanos).

Hay muchos tipos distintos de alimentos para gatos en el mercado, como alimentos secos, semihúmedos y enlatados. Algunos propietarios incluso optan por dar a su gato una dieta variada de alimentos crudos y caseros. Los padres de gatos pueden elegir uno de esos tipos o una mezcla, pero independientemente del alimento que elijan para su minino, éste debe tener un apetito sano.

Los gatos que pesan alrededor de 1,5 kg deben tomar entre un cuarto y un tercio de taza de comida seca al día. Los gatos que pesan alrededor de 4,5 kg deben tomar casi media taza de comida. Los gatos más grandes pueden tomar hasta tres cuartos de taza de comida seca.

Ten en cuenta que los alimentos húmedos, semihúmedos y crudos/caseros pueden tener ratios de alimentación diferentes en función del peso. Es muy importante leer las etiquetas de los alimentos para asegurarte de que no estás subalimentando o sobrealimentando a tu gato en función de la comida que le des.

Al igual que al elegir los tipos de comida, los padres de mascotas pueden tener un estilo específico sobre cómo alimentan a sus gatos. Existen tres métodos principales, que son los siguientes:

  • Libre elección: En primer lugar, puedes dar a tu gato libre elección. Esto significa que podrá comer cuando quiera y se le dará una cantidad fija de comida. Que se la coma inmediatamente o que la reparta a lo largo del día es cosa suya.
  • Límite de tiempo: También puedes limitar el tiempo que tu gato tiene para comer. Esto es bueno para los gatos quisquillosos, porque aprenderán que sólo tienen un pequeño margen para comer, o tendrán que esperar. También es imprescindible si alimentas a tu gato con comida húmeda, ya que no puede dejarse fuera durante mucho tiempo o se estropeará.
  • Comidas fijas: También está la forma tradicional de alimentar a tu gato, dándole comidas a horas concretas del día. Así es como yo alimento a mi gata. Divido la cantidad recomendada de comida que necesita en cuatro raciones y se las doy a intervalos regulares.

Si eliges este método, hay que dar de comer a los gatos a intervalos adecuados para que coincidan con sus patrones naturales de alimentación. Normalmente, como los gatos cazan al amanecer y al anochecer, debes darle una comida por la mañana y otra al final de la tarde o por la noche.

Aunque el peso y la composición corporal nos ayudan a calcular las cantidades adecuadas de comida, también es necesario algo de ensayo y error. Si tu gato no se come toda la comida que le has proporcionado, puede que sea demasiada comida. Si tu gato pide más, deberías considerar la posibilidad de darle un poco más.

Ten en cuenta que si tu gato es propenso a maullar y mendigar, debes darle comida extra con precaución. Si su cuerpo empieza a llenarse, deja de darle comida extra.

Señales de un gato enfermo

Ahora que sabemos lo que se necesita para tener un gato feliz y sano, debemos fijarnos en algunos signos de que los gatos no están sanos. Los gatos pueden tener algunos días en los que no se encuentren muy bien, bien porque hayan comido algo que no debían y tengan una indigestión, bien porque estén resfriados.

Sin embargo, hay algunos síntomas graves de problemas a los que debemos prestar atención, sobre todo si duran mucho tiempo. Además, cualquier cambio repentino en tu gato suele ser señal de que algo no va bien. A continuación hablo de algunos ejemplos concretos. Estate atento a cualquiera de ellos y lleva a tu gato al veterinario si crees que algo puede ir mal:

  • Cambios en el apetito: Los cambios en el apetito o el consumo de agua de tu gato pueden no ser motivo de alarma por sí solos, pero si se prolongan, pueden ser problemáticos. Si tu gato come menos, más o nada en absoluto durante más de un par de días, y ese cambio de apetito va acompañado de otro signo, es hora de buscar ayuda veterinaria.
  • Cambios de comportamiento: Los felinos que presentan cambios repentinos de comportamiento, como arrebatos de agresividad o se muestran letárgicos, podrían estar experimentando reacciones a cambios en su entorno o estructura social.
  • Vómitos y/o diarrea: Los vómitos frecuentes y los problemas digestivos como el estreñimiento y la diarrea o los cambios en la micción también pueden ser signos reveladores de mala salud.
  • Síntomas de resfriado: Si tu gato está resfriado, asegúrate de que sus síntomas no empeoran e incluyen tos persistente, dificultad para respirar o sibilancias. Los estornudos o la secreción ocular son habituales en los resfriados, pero una cantidad excesiva durante largos periodos de tiempo debería ser motivo de preocupación.
  • Erupciones o mala calidad del pelaje: Las protuberancias y costras, así como el picor y la caída del pelo, también son signos de que tu gato puede estar pasando por un problema de salud. Muchos gatos se acicalan en exceso o dejan de acicalarse por completo cuando están enfermos, y ninguna de las dos cosas es buena.

Si la pérdida de apetito de tu gato se corresponde con la pérdida de peso y la debilidad, o con cualquiera de los síntomas anteriores, es una señal clara de que tu gato padece algún problema subyacente. Habla con tu veterinario y lleva a tu gato a una exploración física. El veterinario podrá diagnosticar la enfermedad. Aunque no encuentre nada malo, al menos tendrás la tranquilidad de saber que tu gato está sano y feliz.

CONCLUSIÓN

Esperemos que este artículo te haya ayudado a darte cuenta de por qué tu gato come pero actúa con normalidad. Si te has asegurado al 100% de que tu gato está sano, es probable que simplemente esté estresado. Recuerda que tus gatos pueden captar tus emociones, y si tú estás estresado, es muy probable que tu gatito también lo esté.

Aparte del estrés, puede ser simplemente que a tu gato no le guste la cena. La pérdida de apetito es habitual en un gato que envejece. Recuerda que, en caso de duda, acude siempre al veterinario. Utiliza también los consejos para estimular la alimentación de este artículo: ¡seguro que tu gato recupera el apetito enseguida!

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