12 razones por las que tu gato hace movimientos extraños con la boca

gato haciendo movimientos raros con la boca

Tanto si un gato rebota en las paredes, te ignora o duerme en espacios reducidos como cajas y cajones de cómoda, todos sabemos que los gatos tienen sus manías. Los gatos pueden ser animales entretenidos y cariñosos, pero también pueden hacer cosas interesantes y raras.

Al igual que otros animales, si los gatos actúan de forma extraña, puede que les pase algo. Si alguna vez has notado que tu gato hace movimientos extraños con la boca y la mandíbula, sabes de primera mano lo desconcertante que es. Entonces, ¿por qué tu gato hace movimientos extraños con la boca?

Lo más probable es que lo haga porque está parloteando. El parloteo del gato puede ser silencioso o ir acompañado de ruido, y los gatos suelen hacerlo cuando miran a un pájaro por la ventana. Lo mejor de esta explicación es que es completamente normal.

Sin embargo, también hay algunas explicaciones más preocupantes que debes conocer. En este artículo, repaso doce posibles causas por las que puedes llegar al fondo de los comportamientos curiosos de tu gato.

Contenidos
  1. 12 motivos por los que tu gato hace movimientos extraños con la boca
    1. Parloteo del gato
    2. Intenta oler algo
    3. Tiene algo atascado en la boca
    4. Gingivitis
    5. Periodontitis
    6. Estomatitis
    7. Glositis
    8. Traumatismo de tejidos blandos
    9. Traumatismo en la cara o la mandíbula
    10. Anomalías de la mandíbula
    11. Tumores orales
    12. Síndrome de dolor orofacial felino
  2. REFLEXIONES FINALES

12 motivos por los que tu gato hace movimientos extraños con la boca

Como ya he dicho, la mayoría de los gatos que mueven la boca están parloteando. Pero aunque el parloteo del gato es normal, puede haber otras causas para los movimientos extraños de la boca de tu gato.

Es importante que conozcas todas las causas posibles, para que puedas averiguar si el comportamiento de tu gato es normal o si debe acudir al veterinario. Lee las secciones siguientes e intenta averiguar cuáles podrían aplicarse a tu gato.

Parloteo del gato

El parloteo del gato es una de las cosas más extrañas que puedes ver hacer a tu peludo amigo. Cuando los gatos parlotean, mueven la boca en un movimiento rápido de masticación. Sin embargo, no mastican nada, sino que tienen la boca completamente vacía.

Algunos gatos parlotean en silencio, pero es más frecuente que hagan un ruido agudo, como un medio maullido. Los dientes también pueden castañear juntos, haciendo un chasquido. Es el sonido de los dientes chocando físicamente entre sí cuando tu gato mueve la boca.

Como ya se ha dicho, el parloteo del gato es completamente normal y no hay por qué preocuparse. Este comportamiento es típico de los gatos de interior. Parlotean junto a la ventana cuando ven una presa en el exterior y miran fijamente al objetivo. Por eso, los expertos creen que el parloteo y el instinto de caza del gato están estrechamente relacionados. Todos los gatos tienen instinto de caza, y hay varias teorías actuales sobre por qué ver una presa lleva al gato a parlotear:

  • Preparación para la caza: Muchos expertos creen que los gatos parlotean para prepararse para la caza. Ver un animal pequeño en el exterior provoca una oleada de adrenalina en tu gato que lo prepara para perseguir y capturar a su presa. Se cree que este movimiento involuntario de la boca es una señal visual de la subida de adrenalina, que provoca una pérdida temporal de control sobre los músculos de la mandíbula.
  • Frustración: Otros expertos creen que los gatos parlotean cuando se sienten frustrados porque no pueden alcanzar la presa que han avistado en el exterior. Esto podría explicar por qué el parloteo felino es más frecuente en los gatos de interior que en los de exterior. Además, tanto la frustración como la anticipación provocan una oleada de adrenalina, por lo que ambas podrían explicar este comportamiento.
  • Imitar a la presa: Otras teorías plantean la idea de que los gatos parlotean para imitar el sonido de su presa. Si un gato empieza a parlotear después de oír el fuerte reclamo de un pájaro al otro lado de la ventana, es probable que intente atraerlo emitiendo sonidos similares. La velocidad de sus movimientos bucales puede estar correlacionada con los rápidos movimientos del pico del pájaro que están observando.

Curiosamente, los gatos no sólo parlotean a los pájaros y a las presas potenciales. Muchos padres de gatos se han dado cuenta de que los gatos parlotean a otros gatos.

Si los gatos están emparentados, por ejemplo si son madre y gatito, es muy probable que hayan empezado a parlotear como medio de comunicación. En cuanto al parloteo con gatos no emparentados, podrían estar preparando un asalto juguetón al otro gato.

Otros conductistas han teorizado que los gatos parlotean porque están enfadados. Como ya se ha dicho, pueden estar frustrados, pero también enfadados si parlotean. Si has notado que tu gato te parlotea, ¡cuidado! Puede estar planeando atacarte a las piernas cuando pases o saltar sobre tu hombro para echarte una bronca rápida.

Intenta oler algo

Otra explicación perfectamente normal y no preocupante de los extraños movimientos de la boca de tu gato es que esté intentando oler algo. Normalmente, los gatos huelen por la nariz. Sin embargo, si quieren oler algo de verdad, hacen algo que se llama Respuesta de Flehming.

Es una de las cosas más tontas que verás hacer a tu gato. Los gatos echan hacia atrás el labio superior y mantienen la boca abierta durante unos segundos. A menudo también entrecierran los ojos, lo que hace que parezca que están haciendo muecas o frunciendo el ceño. Algunos gatos incluso parecen sorprendidos o disgustados.

Pero, ¿cómo ayuda esta extraña expresión facial a que tu gato huela?

Pues bien, los gatos tienen un grupo especializado de células sensoriales en el paladar, justo detrás. Juntas, estas células forman una región conocida como órgano de Jacobson. Los receptores que se encuentran aquí se unen a las moléculas olorosas y envían señales al cerebro de tu gato, haciéndole saber con precisión lo que está oliendo.

Las moléculas olorosas sólo pueden llegar al órgano de Jacobson cuando los gatos abren la boca y hacen esta extraña expresión facial. Esto explica la extraña y cómica expresión: sin hacer estos extraños movimientos de la boca, los gatos sólo pueden oler utilizando la nariz.

La mayoría de las veces, su nariz hace un trabajo suficientemente bueno. Por eso, los gatos suelen reservar este extraño movimiento de la boca para oler las feromonas de otros gatos y animales. También pueden hacer la Respuesta Flehming si hay algo especialmente apestoso delante de ellos, como la basura o un par de zapatos malolientes.

Como ya he dicho, ¡no hay de qué preocuparse! Es sólo tu gato curioso que quiere saber más sobre el olor que tiene delante y utiliza sus receptores especializados para ello.

Tiene algo atascado en la boca

A muchos de nosotros se nos ha atascado comida en los dientes posteriores, y por mucho hilo dental o palillos que utilicemos, parece que no podemos desalojar lo que sea que esté atascado. Esto también puede ser un problema común para tu gato.

De hecho, ¡ocurre mucho más a menudo de lo que crees! Si tienes en cuenta la dieta de tu gato y sus hábitos, es probable que tenga algo atascado en los dientes de vez en cuando. Si tu gato es de exterior, puede haber atrapado un ratón o un pájaro. Las plumas o pequeños trozos de hueso pueden atascarse dentro de la boca y causar irritación.

Otra posibilidad es que tu gato tenga trozos de croqueta atascados entre los dientes por haber comido. O tal vez, tu gato tenga un trozo de cuerda de un juguete enrollado alrededor de un diente o un trozo de pelo del autoaseo. Incluso astillas o espinas pueden introducirse en la boca de tu gato y quedar alojadas entre los dientes o incrustadas en las encías.

Aunque los gatos de interior tienen menos este problema, puede ocurrirle a cualquier gato. Si tu gato abre la mandíbula, intenta moverla y se frota la boca con las patas, puede ser señal de que tiene algo atascado en los dientes o en la boca.

Esto puede asustaros a ti y a tu gato. Si tu gato no actúa de forma extraña y sigue respirando con normalidad, debería estar bien. En la mayoría de los casos, el material extraño se desprenderá por sí solo en unas horas o días. Cada vez que tu gato hace movimientos extraños con la boca, se da zarpazos en la boca y come o bebe, ayuda a expulsar el material atascado.

Sin embargo, los objetos extraños grandes pueden ser problemáticos. Si se atascan en la garganta de tu gato, podrían causar una obstrucción respiratoria. Además, no querrás que tu gato ingiera accidentalmente un objeto extraño grande. Podría atascarse en el esófago o los intestinos y provocar una obstrucción en esta zona. Cuando esto ocurre, la función digestiva se ve afectada, y la situación puede llegar a ser potencialmente mortal si la obstrucción es lo bastante grave.

Si estás preocupado, busca ayuda veterinaria inmediatamente. Tu veterinario podrá extraer el objeto extraño de los dientes o la boca, evitando que surjan complicaciones.

También te recomiendo que llames al veterinario si el cuerpo extraño está alojado en las encías, en lugar de entre los dientes. Las encías pueden cicatrizar sobre los objetos atascados aquí, atrapándolos dentro. Tu veterinario podrá extraer el objeto con unas pinzas para que esto no ocurra. También puede administrar antibióticos para evitar que entre alguna infección en la herida abierta mientras ésta cicatriza.

Gingivitis

Si tu gato se da zarpazos en la boca y babea, además de hacer movimientos extraños, es posible que padezca gingivitis. La gingivitis se produce cuando los dientes de tu gato están cubiertos de placa bacteriana, lo que provoca la inflamación de las encías circundantes.

La placa es una película de bacterias, saliva, restos de comida y células muertas. Con el tiempo, la placa se endurece y se convierte en lo que se llama sarro. Tanto el sarro como la placa pueden irritar las encías y provocar inflamación, haciendo que las encías se enrojezcan e hinchen. Esta inflamación puede ser bastante dolorosa, y puede hacer que tu gatito deje de comer. Con el tiempo, esto puede provocar una pérdida de peso poco saludable y otras complicaciones, ya que tu gato no recibe los nutrientes que necesita.

Para muchos gatos, la gingivitis puede prevenirse con un cepillado regular. Pero, a pesar de ello, la mayoría de los gatos padecerán gingivitis a lo largo de su vida. Como la placa se acumula y endurece con el tiempo, los gatos mayores son especialmente susceptibles de desarrollar esta enfermedad.

Hay que eliminar la placa para que desaparezca la inflamación y se alivie el dolor. Y el tiempo es esencial: cuanto más tiempo pase sin tratar la gingivitis, más daño causará la placa.

Algunas gingivitis felinas leves se curan con una nueva rutina de cepillado, que debe hacerse varias veces por semana. Otros gatos pueden tener un estadio más avanzado de gingivitis que no puede curarse sólo con el cepillado. En muchos casos, tu veterinario te sugerirá que le hagas un raspado dental.

El raspado consiste en anestesiar a tu gatito mientras le limpian los dientes de toda la placa. Su boca estará sensible durante unos días, pero pronto volverá a ser el de siempre. Después de limpiar los dientes de tu gato, es recomendable que empieces una rutina de cepillado regular para evitar que la gingivitis siga dañando sus dientes.

Periodontitis

Como se ha mencionado en el apartado anterior, la gingivitis debe tratarse pronto para evitar que la inflamación de las encías progrese y cause más daños en la boca. Si no la detectas y tratas a tiempo, la enfermedad progresará a la siguiente fase: la periodontitis.

También conocida como enfermedad periodontal, la periodontitis es una afección mucho más grave que la gingivitis. Mientras que la gingivitis afecta a las encías de tu gato, la periodontitis afecta a las encías de tu gato y a sus estructuras de soporte. Esto incluye los ligamentos y huesos de sus dientes y mandíbulas y, por desgracia, esta afección es irreversible. Por tanto, puede significar la pérdida permanente del soporte de los dientes y tu gato podría empezar a perderlos a medida que avance la afección.

Para tratar la periodontitis, habría que anestesiar a tu gato y rasparle los dientes. Se eliminará la placa, pero la limpieza también profundizará en las encías. Además, durante esta limpieza se extraerán los dientes que estén flojos o dañados. Extraer los dientes dará a la boca de tu gato la oportunidad de curarse del diente dañado.

Si tu gato pierde algún diente, ¡no pasará nada! Sin embargo, es muy importante crear una buena rutina de cepillado para tu gatito. Hay muchos cepillos y tipos de dentífrico diferentes en el mercado. Encontrar un buen dentífrico que sea sabroso para tu gato y esté formulado específicamente para animales es importante. Puede hacer que tu rutina de cepillado sea un poco más fácil.

Estomatitis

El movimiento irregular de la boca también puede ser síntoma de otra afección grave llamada estomatitis. La estomatitis felina es similar a la gingivitis y a la enfermedad periodontal, en el sentido de que se inflaman las encías de la boca. A menudo también se desencadena por la presencia de bacterias en el interior de la boca, aunque puede estar causada por una respuesta inmunitaria hipersensible.

Sin embargo, la estomatitis tiene otra diferencia importante con la gingivitis y la enfermedad periodontal: esta afección también afecta a las estructuras carnosas de la boca. Por tanto, los gatos con esta enfermedad tienen inflamadas las encías, los lados de las mejillas, la parte superior de la garganta y la lengua.

Como puedes imaginar, esto es extremadamente doloroso para los gatos. Los gatos con estomatitis felina pueden tener dificultades para comer o incluso pueden saltar o silbar cuando bostezan, maúllan o se les presenta comida que saben que les causará dolor. La mayoría son incluso reacios a acicalarse, ¡porque les causa mucho dolor! Otros síntomas de la enfermedad son mal aliento, encías rojas e hinchadas, babeo excesivo, úlceras en las encías y sangrado de la boca.

Si crees que tu gato tiene estomatitis, debes llamar al veterinario. Normalmente empezará dándole antiinflamatorios para bajar la inflamación y analgésicos para aliviar el dolor. Después le pondrán anestesia general y le limpiarán la placa de los dientes.

A continuación, discutirán las opciones de tratamiento a largo plazo. Si el brote fue desencadenado por una respuesta inmunitaria, los fármacos inmunosupresores podrían ser una opción. Un cepillado frecuente, una limpieza dental profesional periódica y minimizar el estrés en el entorno también pueden reducir el número de brotes inflamatorios.

Sin embargo, si nada de lo anterior proporciona alivio a largo plazo, el veterinario puede sugerir la extracción de todos los dientes del gato. Éste es el único modo de garantizar que la enfermedad no reaparezca.

Glositis

La glositis es la inflamación de la lengua de tu gato. Hay muchas razones por las que la lengua de tu gato puede inflamarse, pero algunas de las causas más frecuentes son una infección o una herida, la exposición a productos químicos, picaduras de insectos, quemaduras eléctricas o una enfermedad subyacente como la diabetes o una enfermedad renal.

La reticencia a comer, el babeo o los movimientos extraños de la boca pueden ser signos de que tu gato padece esta enfermedad. Dependiendo de la causa de la inflamación, la hinchazón puede durar un par de días o hasta que tu gato reciba el tratamiento adecuado. Por tanto, llama al veterinario si crees que tu gato padece esta enfermedad.

En la consulta, el veterinario intentará averiguar la causa de la inflamación. A partir de ahí, decidirá un tratamiento adecuado.

Algunos ejemplos de tratamientos que podrían recomendar son

  • Extracción de cualquier objeto extraño, si lo hay
  • Administrar antibióticos para combatir cualquier infección bacteriana
  • Utilizar un antiséptico para limpiar las heridas bucales y favorecer una cicatrización sana.
  • Prescripción de una dieta blanda hasta que tu gato pueda volver a comer con normalidad
  • Tratamiento de la diabetes o de la enfermedad renal, si están causadas por alguna de ellas.

Una vez curado el origen del problema, la lengua de tu gato suele curarse rápidamente. De hecho, la lengua es la parte del cuerpo que se cura más rápidamente. Esto se debe a que tiene una estructura relativamente sencilla y fácil acceso a un suministro de sangre. Por tanto, tu gatito no debería sentir dolor ni hacer movimientos extraños con la boca durante mucho más tiempo.

Traumatismo de tejidos blandos

También es posible que tu gato haga movimientos extraños con la boca debido a una lesión en el tejido blando del interior de la boca. Las lesiones aquí causan inflamación localizada, que puede provocar dolor, hinchazón y molestias. Hasta que se cure la herida y baje la hinchazón, tu gato moverá extrañamente la mandíbula.

Los gatos pueden lesionarse el tejido blando de la boca de muchas maneras. A continuación se dan algunos ejemplos:

  • Morderse las mejillas: Los gatos pueden morderse las mejillas mientras comen. Cuando esto ocurre, el interior de la mejilla queda atrapado entre los dientes mientras tu gato mastica. Algunos mordiscos pueden ser leves, mientras que otros pueden arrancar trozos enteros del interior de la boca y sangrar abundantemente.
  • Jugar: Si hay más de un gato en tu casa, es probable que jueguen juntos. Durante el juego, pueden chocar entre sí, o uno de ellos puede darse de bruces contra la pared por accidente al intentar evitar el ataque juguetón de otro gato.
  • Peleas de gatos: Por supuesto, los traumatismos en los tejidos blandos pueden deberse a un ataque real de un gato rival en el exterior. Recuerda que los gatos pueden ser muy territoriales. Si tu gato se mete en el espacio de otro gato, ¡podrías tener una pelea de gatos entre manos! Pueden ser muy duras y provocar lesiones graves.
  • Quemaduras bucales: Aunque los gatos no suelen sufrir quemaduras en la boca por té caliente, pueden quemarse al masticar un cable eléctrico o al intentar comer comida humana recién salida del horno y que huele especialmente sabrosa. Esto ocurre más a menudo con los gatitos, que aún no han aprendido que estas cosas están calientes.

Las quemaduras leves y los traumatismos de tejidos blandos suelen curarse solos. Al igual que la lengua, las lesiones bucales suelen curarse muy rápidamente gracias al extenso sistema vascular. Sin embargo, puede ser necesario acudir al veterinario si las molestias duran más de una semana. Del mismo modo, lleva a tu gato al veterinario si se niega a comer, ya que esto puede provocar desnutrición y pérdida de peso.

Mientras tu gato se recupera, con o sin ayuda veterinaria, vigila de cerca sus heridas. Todas las heridas abiertas pueden ser fácilmente infectadas por bacterias. Si esto ocurre, vuelve directamente al veterinario para que le recete antibióticos.

Traumatismo en la cara o la mandíbula

Al igual que los traumatismos en el tejido facial blando, tu gato puede haber sufrido algún traumatismo reciente en la mandíbula o la cara por diversos motivos. Esto provoca dolores y molestias en la región bucal, por lo que tu gato mueve la boca de forma extraña.

Los gatos son criaturas curiosas y hacen todo tipo de travesuras, lo que significa que estas lesiones ocurren más de lo que crees. Por ejemplo, tu gato puede haberse caído de una altura o haber tenido un accidente de coche. Estas lesiones son mucho más graves que los traumatismos de tejidos blandos y pueden incluir múltiples cortes, lesiones o huesos rotos. En estos casos, también notarás que tienen la cara o la mandíbula muy hinchadas.

Asegúrate de que acude a una clínica veterinaria lo antes posible. Muchos gatos con traumatismos graves en la cara o la mandíbula necesitarán cirugía para reparar cualquier fractura en el cráneo o los huesos faciales. Hay que tratar todas las heridas y, potencialmente, suturarlas si son demasiado grandes. También hay que evaluar a tu gato para detectar signos de lesión cerebral y comprobar si hay acumulación de líquido dentro del cráneo.

Además, es posible que los extraños movimientos bucales de tu gato se deban a un traumatismo anterior que ya se ha curado. Si tienes un gato de rescate, esto es aún más posible, ya que están expuestos a situaciones más peligrosas que los gatos domésticos.

Anomalías de la mandíbula

A medida que un gato crece, puede desarrollar anomalías en la mandíbula que provoquen una mordida incorrecta, también conocida como maloclusión. En este caso, los dientes no se alinean ni encajan como deberían. Aunque es poco frecuente, puede ser la causa de los extraños movimientos de la boca de tu gato.

Hay dos tipos principales de maloclusiones en los gatos:

  • Sobremordida: Los gatos pueden desarrollar una sobremordida, que consiste en que la mandíbula superior sobresale más que la inferior.
  • Submordida: A la inversa, tu gato puede tener un prognatismo, en el que la mandíbula inferior es más larga que la superior.

También hay distintas clases de maloclusiones: las de clase I son más leves, mientras que las de clase IV son las más graves. Ninguna de ellas es motivo de gran preocupación, ya que muchos gatos simplemente aprenden a lidiar con la desalineación de sus dientes.

Sin embargo, las maloclusiones pueden hacer que a tu gato le duela comer. Debes vigilarlo de cerca para asegurarte de que tu gato recibe todos los nutrientes que necesita. Además, las anomalías mandibulares pueden predisponer a los gatos a desarrollar tres de los problemas que ya he comentado: La enfermedad periodontal, la gingivitis y los traumatismos orales.

Por lo tanto, es buena idea hacer que diagnostiquen a tu gato. Así te asegurarás de vigilar más religiosamente estas otras afecciones. Además, algunos desajustes dentales pueden corregirse. Esto puede facilitar la alimentación, aliviar cualquier dolor asociado y mitigar el riesgo de desarrollar los problemas que acabamos de enumerar.

Tumores orales

Los gatos pueden estar sufriendo molestias a causa de tumores bucales, que pueden hacerles mover la boca de forma extraña para sortear los tumores. Hay dos tipos de tumores típicos en los gatos:

  • Tumores benignos: Los tumores benignos, llamados fibromas, pueden aparecer alrededor de los labios y encías de tu gato, pero no suelen estar muy extendidos. Normalmente, estos tumores están bien a menos que crezcan tanto que impidan a tu gato comer o comportarse con normalidad.
  • Tumores malignos: Los tumores malignos, en cambio, son los que deben preocuparte, pues son cancerosos. Los tumores malignos, como los fibrosarcomas, son agresivos y más duros para tu gato. Además de provocar mal aliento, babeo y hacer que tu gato sea reacio a comer, es probable que haya que extirparlos.

Por tanto, debes llevar a tu gato al veterinario lo antes posible. La recuperación depende del tipo de tumor y de si se ha extendido a otras partes del cuerpo. Los tumores benignos no suelen ser problemáticos, pero la recuperación de los gatos con tumores malignos avanzados puede tener mal pronóstico.

Síndrome de dolor orofacial felino

La última causa potencial de los movimientos extraños de la boca de tu gato podría deberse al síndrome de dolor orofacial felino (SDOF). Se trata de un trastorno doloroso que experimentan algunos gatos con molestias orales y mutilación lingual.

Los gatos con este trastorno pueden experimentar dolor intermitente o persistente en la boca. Esta afección está causada por una disfunción del nervio trigémino, un nervio sensorial que transmite información sensorial de la cara al cerebro. Cada vez que se dispara, indica al gato que le duele la boca. Por lo tanto, suele haber algún tipo de desencadenante de la FOPS, como el estrés extremo o la enfermedad periodontal.

La mayoría de los gatos que experimentan este tipo de dolor mueven la boca de forma extraña, pero también pueden lamer y masticar en exceso, así como darse zarpazos en la boca. Esto es una forma de mutilación, y debes utilizar un collar cónico para impedir que tu gato se autolesione.

Tu veterinario también te recetará analgésicos para aliviar las molestias. Por desgracia, los analgésicos no siempre son eficaces con el dolor neurológico, por lo que sólo lo son parcialmente. Por lo tanto, tu veterinario intentará localizar el desencadenante responsable del mal funcionamiento. Si se trata de periodontitis, tu veterinario tratará esta afección. Los desencadenantes por estrés son más difíciles de controlar y deben gestionarse mediante cambios ambientales.

REFLEXIONES FINALES

Aunque el parloteo felino es la razón más frecuente por la que tu gato hace movimientos extraños con la boca, hay otras causas, entre ellas algunas afecciones graves, como el síndrome de dolor orofacial felino y la periodontitis.

Si acabas de notar este extraño movimiento de boca y mandíbula, vigila a tu gato durante unos días. Es posible que sea algo puntual, o que lo que le causaba dolor o molestias haya desaparecido.

En cambio, cualquier dolor persistente debe tomarse en serio. Si los movimientos de la boca de tu gato se asocian a pérdida de peso o su pelaje parece apagado, debes acudir al veterinario lo antes posible.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable: Solobichos.
  • Finalidad:  Moderar los comentarios.
  • Legitimación:  Por consentimiento del interesado.
  • Destinatarios y encargados de tratamiento:  No se ceden o comunican datos a terceros para prestar este servicio. El Titular ha contratado los servicios de alojamiento web a Hetzner que actúa como encargado de tratamiento.
  • Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional: Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.

Subir

Si continúas navegando por esta web, entendemos que aceptas las cookies que usamos para mejorar nuestros servicios. Más Información